domingo, 24 de enero de 2010

Los 15 días que siguen...

...a la inseminación, claro. Los que conocemos todas. Y casi que no me quiero poner a escribir porque me parece que voy a escribir lo mismo que después de la primera y la segunda...
Pero aquí estamos, esperando.
Por suerte con tanto trabajo que no tengo ni tiempo de pensar, eso sí, no me olvido que esta es la tercera y que, probablemente, si no funciona, tendremos que pensar en un tratamiento más complejo. Algo a lo que le sigo teniendo alergia cada vez que me acuerdo que todos mis estudios y los de mi marido, salen bien.
No estoy enojada, no estoy triste, si estoy ansiosa pero poco, tengo más esperanzas que las otras dos veces por cuestiones obvias: las estadísticas dicen que cuántas más inseminaciones - hasta un límite lógico - más probabilidades y además, como les venía contando, ya no estoy en esa postura del "¿por qué a mi?"
Esta semana me enteré de dos embarazos más. No de mi círculo más cercano, pero en fin. Y recordé particularidades de las historias de esas embarazadas, y en cuántas cosas ellas podrían pensar en mi y pensar "¿y por qué a mi me tiene que pasar esto"? Y entonces nuevamente pensé que cada uno con su historia, mitad la que le toca, mitad la que uno se construye, y a veces la que uno se construye con un porcentaje un poco más alto que el cincuenta, pero ahí.